Me es difícil poder describir la experiencia que viví ayer en el concierto de Los Tr3s. Son demasiadas las sensaciones que tuve y que me mantuvieron por dos horas y media en un estado de shock tremendo. Partiré diciendo que este puede ser considerado EL mejor concierto al que he tenido oportunidad de ir. Las razones: primero porque nunca vi tanta algarabía en el público, pero no una algarabía sólo de fans del rock, sino que algo más allá, sentí que estábamos frente a un tremendo referente cultural, algo más allá de una simple banda de rock; segundo, es el mejor porque yo me emocioné hasta las patas, y bueno insistiré en esto, que no es algo que tenga relación con un sentimiento de fans melómano, ayer sentí que estaba en algo más allá de ser un concierto de rock, sino que estaba en una tremenda fiesta popular. Era como que el espíritu de Victor Jara, de Violeta Parra, de Neruda, de Los Jaivas o Los Prisioneros, estaba presente ahí, era otra cosa, totalmente otra cosa.
Ya que desde el comienzo, todo era muy chileno, recuerdo los temas de Los Jaivas que se pusieron antes del show, ¡como se coreaban!, ahí sentí que estábamos en otra cosa. El inicio fue emotivo (como casi todo lo que pasó en el show), se proyectaron imágenes de los tres miembros que se reunieron, del Álvaro Henríquez, de Titae Lindl y de Ángel Parra. Imágenes que iban desde su infancia, hasta su carrera junto a Los Tr3s, de fondo sonaba Claus, intro del disco Fome, y mi ansiedad se desbordaba. Terminó Claus y luego sonó Largo, instrumental que cierra el disco Fome, la gente coreaba: “ole ole ole oleeee Los Tr3s, Los Tr3s...”, era la cagada.. Luego todos esperaban que salieran, y en la misma pantalla se proyectó el video del single de su nuevo disco, este era Camino. Estaba muy impaciente, no salían nunca, hasta que acabó el video, y se apagaron las luces y aparecieron: Álvaro, Titae y Ángel, como cabros chicos saltando, deseosos de tocar, de entregarse a 15 mil personas que estaban totalmente extasiadas y fervorosas. Henríquez agarra la guitarra, y hace un acorde, son los primeros acordes de Somos Tontos No Pesados. Y bueno no era un tema menor para comenzar el show, ya que es el tema que abre también su primer disco. Y quizás yo no me esperaba menos de una abertura de concierto con este temazo, verdadero himno generacional. Debo decir que estaba totalmente emocionado, las 15 mil personas, coreaban la simple pero contundente frase: “somos tontos, no pesados...” Increíble. Pero el delirio fue mayor, cuando comenzaron a sonar los acordes de Sudapara, tema que también está dentro de su primer disco homónimo. La estrofa, “como un militar mirando cuadros de Dalí, esperando volver nunca más...!!” fue cantado con una rabia y emoción única. Pues claro, creo que en el show de Los Tr3s perfectamente se podría decir que pasaron los últimos 20 años de historia de Chile, no sólo por las muchas imágenes que se proyectaron, con fotos del Mamo Contreras, de Pinochet, de la vuelta a la “democracia”, del Tío Roberto Parra y de los mismos Tr3s entre otras, no sólo por eso, sino que también por las mismas canciones que tocaron Los Tr3s, verdaderos himnos en su totalidad, canciones que ya se encuentran en el inconsciente colectivo de todo un país.
El show prosiguió con temazos como La Torre De Babel y Hojas De Té, temas de una onda parecida, en donde las influencias del jazz y el rockabilly se hacen patentes. Y pues ahí estaban Los Tr3s poniéndose quizás uno de sus tantos trajes. Ya que, los trajes son muchos: perfectamente pueden ser una banda de jazz, de rock pesado, una banda cuequera, o una banda de baladas trágicas pero también de baladas románticas. Pasan del tema más oscuro y trágico a la risa más picara. Los Tr3s encarnan a Chile, creo que nos encarnan.
Luego de tocar dos temazos de su disco más roquero el Se Remata El Siglo, Los Tr3s invitaron al escenario a Emmanuel del Real, músico de Café Tacuba. A mi me gustan los Tacuba, pero nunca los he visto en vivo, entonces era algo nuevo ver a este tipo. Y debo decir que Emmanuel se comió el escenario, el tipo estuvo brillante. De partida es un excelente tecladista y tiene un estilo que transmite algo demasiado groso, una onda que no cualquiera tiene. Más encima el tipo se dio el lujo de cantar unas estrofas en Tírate, en cantar el coro de Olor A Gas, y tocar el teclado en dos temas del nuevo disco, en Camino y Cerrar Y Abrir (que aprovecho de decir que es una de mis favoritas del nuevo disco). Fenómeno. Una de las mejores cosas del concierto. Debo decir antes que Olor A Gas fue uno de los mejores momentos del show. Es un temazo, está claro, pero salió tan pero tan increíble, que aún tengo latente el “sin sábanas, sin un colchón, duerme tranquilo como un lirón..” que cantaba Emmanuel, grosísimo!
El set de cuecas estuvo muy bueno, era de esperarse que hicieran algo así. Algunas clásicas, como El Arrepentido, La Vida Que Yo He Pasao fueron coreadas de forma espectacular. Los Tr3s tocaron cuecas cuando no era cool, ahora hasta Kudai lo hace, totalmente pioneros en eso. Las imágenes del Tío Roberto Parra se proyectaban atrás de ellos, como el verdadero mentor de Los Tr3s, hasta Henriquez se dio vuelta paa hecerle una reverencia.
Ya que desde el comienzo, todo era muy chileno, recuerdo los temas de Los Jaivas que se pusieron antes del show, ¡como se coreaban!, ahí sentí que estábamos en otra cosa. El inicio fue emotivo (como casi todo lo que pasó en el show), se proyectaron imágenes de los tres miembros que se reunieron, del Álvaro Henríquez, de Titae Lindl y de Ángel Parra. Imágenes que iban desde su infancia, hasta su carrera junto a Los Tr3s, de fondo sonaba Claus, intro del disco Fome, y mi ansiedad se desbordaba. Terminó Claus y luego sonó Largo, instrumental que cierra el disco Fome, la gente coreaba: “ole ole ole oleeee Los Tr3s, Los Tr3s...”, era la cagada.. Luego todos esperaban que salieran, y en la misma pantalla se proyectó el video del single de su nuevo disco, este era Camino. Estaba muy impaciente, no salían nunca, hasta que acabó el video, y se apagaron las luces y aparecieron: Álvaro, Titae y Ángel, como cabros chicos saltando, deseosos de tocar, de entregarse a 15 mil personas que estaban totalmente extasiadas y fervorosas. Henríquez agarra la guitarra, y hace un acorde, son los primeros acordes de Somos Tontos No Pesados. Y bueno no era un tema menor para comenzar el show, ya que es el tema que abre también su primer disco. Y quizás yo no me esperaba menos de una abertura de concierto con este temazo, verdadero himno generacional. Debo decir que estaba totalmente emocionado, las 15 mil personas, coreaban la simple pero contundente frase: “somos tontos, no pesados...” Increíble. Pero el delirio fue mayor, cuando comenzaron a sonar los acordes de Sudapara, tema que también está dentro de su primer disco homónimo. La estrofa, “como un militar mirando cuadros de Dalí, esperando volver nunca más...!!” fue cantado con una rabia y emoción única. Pues claro, creo que en el show de Los Tr3s perfectamente se podría decir que pasaron los últimos 20 años de historia de Chile, no sólo por las muchas imágenes que se proyectaron, con fotos del Mamo Contreras, de Pinochet, de la vuelta a la “democracia”, del Tío Roberto Parra y de los mismos Tr3s entre otras, no sólo por eso, sino que también por las mismas canciones que tocaron Los Tr3s, verdaderos himnos en su totalidad, canciones que ya se encuentran en el inconsciente colectivo de todo un país.
El show prosiguió con temazos como La Torre De Babel y Hojas De Té, temas de una onda parecida, en donde las influencias del jazz y el rockabilly se hacen patentes. Y pues ahí estaban Los Tr3s poniéndose quizás uno de sus tantos trajes. Ya que, los trajes son muchos: perfectamente pueden ser una banda de jazz, de rock pesado, una banda cuequera, o una banda de baladas trágicas pero también de baladas románticas. Pasan del tema más oscuro y trágico a la risa más picara. Los Tr3s encarnan a Chile, creo que nos encarnan.
Luego de tocar dos temazos de su disco más roquero el Se Remata El Siglo, Los Tr3s invitaron al escenario a Emmanuel del Real, músico de Café Tacuba. A mi me gustan los Tacuba, pero nunca los he visto en vivo, entonces era algo nuevo ver a este tipo. Y debo decir que Emmanuel se comió el escenario, el tipo estuvo brillante. De partida es un excelente tecladista y tiene un estilo que transmite algo demasiado groso, una onda que no cualquiera tiene. Más encima el tipo se dio el lujo de cantar unas estrofas en Tírate, en cantar el coro de Olor A Gas, y tocar el teclado en dos temas del nuevo disco, en Camino y Cerrar Y Abrir (que aprovecho de decir que es una de mis favoritas del nuevo disco). Fenómeno. Una de las mejores cosas del concierto. Debo decir antes que Olor A Gas fue uno de los mejores momentos del show. Es un temazo, está claro, pero salió tan pero tan increíble, que aún tengo latente el “sin sábanas, sin un colchón, duerme tranquilo como un lirón..” que cantaba Emmanuel, grosísimo!
El set de cuecas estuvo muy bueno, era de esperarse que hicieran algo así. Algunas clásicas, como El Arrepentido, La Vida Que Yo He Pasao fueron coreadas de forma espectacular. Los Tr3s tocaron cuecas cuando no era cool, ahora hasta Kudai lo hace, totalmente pioneros en eso. Las imágenes del Tío Roberto Parra se proyectaban atrás de ellos, como el verdadero mentor de Los Tr3s, hasta Henriquez se dio vuelta paa hecerle una reverencia.
Un momento cumbre también fue la ejecución del tema No Me Acuerdo, tema explícitamente dedicado a Pinochet, y en donde más encima se proyectaron imágenes del Dictador, pero en su supuesta demencia, es decir imágenes más actuales. El tema está bueno, y bueno, es el que abre su último disco. En ese momento las pifias fueron ensordecedoras. La primera ida del grupo fue con dos rockers potentes Bolsa De Mareo y Tu Cariño Se Me Va cantado a todo pulmón... hasta ahí yo era feliz.
...y luego fui más feliz, porque volvió Álvaro Henríquez, solo con su guitarra, y yo inmediatamente supe que tocaría Me Arrendé, tema que anhelaba que tocaran. Bueno, aquí un par de lágrimas boté, era mucho para mi, el tema me llegó demasiado en su momento, y verlo en vivo más encima con la sensibilidad que había acumulado en todo ese rato, era mucho. Hermoso tema, demasiado emocionante. Y por si no fuera poco, el Álvaro dice: “ahora una directa al mentón” y son los acordes de Moizefala, y yo ahí fallecí. Fue increíble ese regreso, más que nada porque tocaron dos temas que no son de lo más conocido de Los Tr3s, pero sí de lo mejor. Luego vinieron dos clásicos: Amor Violento y Déjate Caer, ésta última causó un efecto paralizador en el público que se veía reflejada en esa letra y en esas imágenes!!. Qué decir de lo que vino después con Emmanuel nuevamente en los teclados, recrearon cierto pasaje de la versión de los Tacuba al tema de Los Tr3s, y más encima Emmanuel nos entregó parte de su talento, haciendo del escenario una pista de baile electrónica: otra onda este loko!! Luego para despedir a Emmanuel tocaron otra del disco nuevo para el lucimiento de Emmanuel, Bip Bip.
Ya a esa altura había sido mucho descarga, demasiadas emociones, demasiados recuerdos, demasiados temas buenos. Los dos últimos unos clásicos infaltables: La Primera Vez y La Espada Y La Pared, verdaderos himnos. Los Tr3s se iban... pero volvieron con Restorán, un final piola, ya no había otro hit que pedir, aunque creo que faltaron muchas. Quizás Pájaros De Fuego o No Sabes Que Desperdicio Tengo El Alma, fueron temas que debieron haber sido tocados, yo también esperaba algo más de La Sangre En El Cuerpo, pero bueno, fue muy bueno todo. Creo haber vivido mi mejor concierto, me sentí más chileno que nunca, desde el principio, todo era muy familiar, muy colectivo, muy de sangre en el cuerpo como dirían ellos mismos, muy de haber vivido con esos 15 mil tipos que estaba ahí las mismas experiencias bajo el mismo cielo y la sobre la misma tierra...
El set list fue este:
...y luego fui más feliz, porque volvió Álvaro Henríquez, solo con su guitarra, y yo inmediatamente supe que tocaría Me Arrendé, tema que anhelaba que tocaran. Bueno, aquí un par de lágrimas boté, era mucho para mi, el tema me llegó demasiado en su momento, y verlo en vivo más encima con la sensibilidad que había acumulado en todo ese rato, era mucho. Hermoso tema, demasiado emocionante. Y por si no fuera poco, el Álvaro dice: “ahora una directa al mentón” y son los acordes de Moizefala, y yo ahí fallecí. Fue increíble ese regreso, más que nada porque tocaron dos temas que no son de lo más conocido de Los Tr3s, pero sí de lo mejor. Luego vinieron dos clásicos: Amor Violento y Déjate Caer, ésta última causó un efecto paralizador en el público que se veía reflejada en esa letra y en esas imágenes!!. Qué decir de lo que vino después con Emmanuel nuevamente en los teclados, recrearon cierto pasaje de la versión de los Tacuba al tema de Los Tr3s, y más encima Emmanuel nos entregó parte de su talento, haciendo del escenario una pista de baile electrónica: otra onda este loko!! Luego para despedir a Emmanuel tocaron otra del disco nuevo para el lucimiento de Emmanuel, Bip Bip.
Ya a esa altura había sido mucho descarga, demasiadas emociones, demasiados recuerdos, demasiados temas buenos. Los dos últimos unos clásicos infaltables: La Primera Vez y La Espada Y La Pared, verdaderos himnos. Los Tr3s se iban... pero volvieron con Restorán, un final piola, ya no había otro hit que pedir, aunque creo que faltaron muchas. Quizás Pájaros De Fuego o No Sabes Que Desperdicio Tengo El Alma, fueron temas que debieron haber sido tocados, yo también esperaba algo más de La Sangre En El Cuerpo, pero bueno, fue muy bueno todo. Creo haber vivido mi mejor concierto, me sentí más chileno que nunca, desde el principio, todo era muy familiar, muy colectivo, muy de sangre en el cuerpo como dirían ellos mismos, muy de haber vivido con esos 15 mil tipos que estaba ahí las mismas experiencias bajo el mismo cielo y la sobre la misma tierra...
El set list fue este:
1. Somos tontos, no pesados (1991).
2. Sudapara (1991).
3. La torre de Babel (1997).
4. Hojas de té (1995).
5. El aval (1993).
6. Gato por liebre (1993).
7. Tírate (1995).
8. Camino (2006).
9. Olor a gas (1997).
10. Cerrar y abrir (2006).
11. No me falles (1999).
12. Traje desastre (1996).
13. Silencio (1997).
14. He barrido el sol (1991).
15. Agua bendita (2006).
16. El arrepentido (1996).
17. La vida que yo hey pasao (1996).
18. La negrita, cueca.
19. Puerto de Valparaíso, cueca.
20. Quién es la que viene allí (1996).
21. No es cierto (2006).
22. Bolsa de mareo (1997).
23. Tu cariño se me va (1995)
(bis)
24. Me arrendé (1997).
25. Moizéfala (1995).
26. Amor violento (1991).
27. Déjate caer (1995).
28. Bip bip (2006).
29. La primera vez (1991).
30. La espada y la pared (1995).
(bis)
31. Restaurant (1997).
Discos:
(1991) Los Tr3s
(1993) Se Remata El Siglo
(1995) La Espada Y La Pared
(1996) MTV Unplugged
(1997) Fome
(1999) La Sangre En El Cuerpo
(2006) Hágalo Usted Mismo
1 comentario:
Tal como dices, Los Tres son una banda que a estas alturas puede considerarse patrimonio cultural, y pasarán a la historia como uno de los exponentes más importantes de la escena musical chilena. También es interesante ese fenómeno de la recaptación de admiradores; el intervalo entre la separación del grupo y su reciente reunión ha sido tiempo suficiente para que muchos jóvenes, niños en la época dorada de la banda, se hayan impregndado de su música y hayan elevado a la categoría de mito un posible reencuentro, generando expectativas singulares tal como sucedió en el caso de Los Prisioneros, en que la espera fue más larga y el mito aún mayor. Es de esperar que la comercialización no llegue a la raíz inspirada de estos grandes músicos, y puedan seguir escribiendo una historia que hasta hoy tiene un sitial más que ganado entre la de los más grandes artistas de nuestro país.
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