05-12-08

Que no pare de llegar (desde el viaje)

El deseo necesita pocas cosas. Un viaje se podría entender como un campo intenso, en el cual el deseo fluye a través del cuerpo. Si el cuerpo está o no en movimiento depende en qué vibraciones el deseo prolifere. Por eso es en intensidad y no es una velocidad determinada en magnitudes lineales. El deseo como viaje pasa, es un proceso tal como lo utilizó Kafka, que pasa por intensidades puras en donde las formas – sean, burocráticas, familiares, sexuales - se destruyen. Velocidad pero en devenir; o el viaje - que siempre supone una velocidad - como un puro devenir. De lo que se trata el viaje es el paso desde una molaridad (Hombre, Hombre-blanco, cristiano, conciente, sedentario) a una molecularidad (Mujer, Negro, Indio, Niño, Animal, Inconsciente, Nómade)


"No tengo dinero ni recursos ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo"
(Henry Miller)

Grado 0 de intensidad, el viaje no se puede pensar como un paso simple desde lo usual a lo inédito, es decir desde una experiencia que se sustente en una binariedad: paso desde lo mismo a lo otro, de la identidad a la alteridad. El devenir está entre, así el viaje se puede realizar sin moverse: ética del cuerpo. Kafka y Proust deviniendo-escritura en su habitación. La escritura es un viaje. Proust y la figura del despertar: el sueño y la vigilia indiferenciados en el momento de la escritura. Se escribe en el despertar, en el ocaso del sueño y el crepúsculo de la vigilia. Nunca se sabe lo que puede un cuerpo: articulación de éste como un campo de intensidad, en un grado 0 de intensidad. Todo circula por el cuerpo, las líneas se activan, pero éstas siempre pueden caer en una re-territorialización abrupta que capture las líneas, cortándolas.

“La prudencia es el arte común…; y si a veces se roza la muerte deshaciendo el organismo, también se roza lo falso, lo ilusorio, lo alucinatorio, la muerte psíquica evitando la significancia y la sujeción.”
(Deleuze-Guattari)

El viaje debe conservar un poco de organismo para que este mañana pueda realizar otro viaje. La línea de fuga no es aniquilación del cuerpo, sino que es articulación de un cuerpo sin órganos. La línea de fuga no tiene una dirección, no es ni a izquierda, ni derecha, ni arriba ni abajo. Gregorio Samsa y la línea de fuga en su habitación, la encontró donde el padre no: huída del trabajo, de los negocios, de la burocracia moderna. Cuerpo experimental no experiencial, que puede circular no en transformaciones sino que en devenires: devenir-insecto, devenir-mujer, devenir-niño, devenir-loco.

“El cuerpo sin órganos oscila constantemente entre las superficies que lo estratifican y el plan que lo libera. Liberadlo con un gesto demasiado violento, destruir los estratos sin prudencia, y os habréis matado vosotros mismos, hundido en un agujero negro o incluso arrastrado a una catástrofe… Lo peor no es quedar estratificado – organizado, significado, sujeto – sino precipitar los estratos en un desmoronamiento suicida o demente, que los hace recaer sobre nosotros, como un peso definitivo… tener siempre un pequeño fragmento de una nueva tierra.”
(Deleuze-Guattari)

Tener siempre un pequeño fragmento de una nueva tierra que visitar y el cuerpo nómade quedará construido…El viaje supone una ética del cómo viajar o sino el peligro está en un viaje suicida o en un simple cambio regenerativo que siempre es de tipo moral.

11-09-08

11 de septiembre del 73




“Un día, de golpe, tantos de nosotros perdimos la palabra, perdimos totalmente la palabra. Otros, en cambio, siguieron hablando.” (Patricio Marchant)



Fue un corte en la lengua. No sólo el cambio simple de una lengua por otra. Sino la sobrevivencia de esa lengua cortada, que se revela como golpe-de-estado, golpe-a-la-lengua… Como se pregunta Sergio Rojas[1]: ¿veremos algún día la moneda en llamas en láminas recortables para las tareas del niño de básica? Una lengua cortada no alcanza a discernir entre los hechos, no los puede amontonar unos a otros, como en un recipiente, para llenar el tiempo vacío y homogéneo, que se linda como Historia de Chile.



Cada 11 de septiembre que pasa se percibe una necesidad de hacer ingresar el golpe de estado como un hecho histórico más, para endosar – y de cierta manera atenuar – la sensación de unidad y bienestar que debe tener la Nación, el País, el Estado chileno… El golpe de estado como golpe a la lengua no es un hecho histórico, en tanto este no ocurre en la historia de Chile, sino que le ocurre a la historia de Chile[2]. El acontecimiento del golpe o el golpe como acontecimiento es la condición material, el soporte, desde el cual cualquier historia se quiera hacer. Toda narración, toda escritura, toda crítica, toda teoría, tiene como soporte material el golpe de estado, en tanto corte a la lengua, interfiere en cualquier nueva lengua[3] que se quiera reconstruir.



La Moneda en llamas es la instalación que cualquier vanguardia artística quisiera hacer: como total insubordinación de los signos, sean los institucionales (quiebre de la institucionalidad moderna), los políticos (término de la política representativa: cierre del congreso y de los partidos políticos), los culturales (el Estado no financia más ningún tipo de práctica cultural, es más, no hay libertad de expresión en Chile) y finalmente la misma noción de signo es quebrada, teniendo su perfecto avatar en el saber universitario, académico o intelectual, intervenido por militares, y así de todo el aparato moderno del saber, sus prácticas, sus categorías.



Pensamiento intervenido, exiliado, torturado, fusilado: desaparición de las categorías en las cuales nos pensábamos, nos nombrábamos. El Chile republicano, estatal, muere en la Moneda junto a Allende, para pasar a ser un Chile transnacional. El golpe no ocurrió solo un once de septiembre del setenta y tres, sino que este no deja de ocurrir. El golpe es ahora en tanto el acontecimiento se devela póstumo: el golpe se lee desde el golpe, somos leídos por el golpe para leerlo.



Son 35 años en el cual la edición que existe de la memoria nos muestra las imágenes en blanco y negro que responden inmediatamente a aquello que se llama golpe de estado. El golpe no es histórico propiamente tal, es visual. Si Gonzalo Vial no cuenta la Historia de Chile post-golpe, no es sólo por una cuestión estrictamente ideológica, sino que para un historiador conservador como el, las imágenes, lo visual, no tiene historia. No es posible hacer historia con imágenes, porque la imagen prescinde de una narración explicita: no hay sujeto en la imagen, por más que uno vea a un piloto de avión bombardeando la moneda o que uno sabe que Allende se está suicidando en la Moneda, o es más, el camarógrafo que registra la imagen. No hay sujeto en la imagen porque ésta prescinde de un testimonio confiable, no hay narración. La imagen es una construcción técnica y el golpe sólo es leído desde ahí: el golpe antes de que fuera narrado, contado por alguien, fue visto en las pantallas de televisión luego de que pasaban por la tele el Pato Donald.



Ruiz sabía muy bien que el golpe de estado era la entrada de Chile al mundo global. Thayer lo enuncia como el bing bang de la globalización. Así, Diálogos de Exiliados[4] es la alegoría para pensar el golpe desde todas estas hechuras que hemos transcribido. En el film se trasluce el fin de la épica, grafica en ironías sobre la constitución de asambleas y discusiones que sólo tenían sentido dentro de un régimen partidista pre-golpe; se trasluce la condición del inmigrante, ya que el exiliado para Ruiz no es sólo el chileno, que siempre – sobre todo luego de la Dictadura – se mostró como épico, es decir, un exiliado que preparaba su vuelta a Chile aún confiando en que las cosas podían ser mejores, sino que el exiliado de Ruiz es simplemente un inmigrante, que convive en Francia con el argelino, con el argentino, mostrando la entrada – vía del exilio – de Chile en la aldea global. Diálogos de Exiliados es un film sobre el exilio, pero a la vez, sobre el golpe, sobre la Dictadura chilena, pero también es post dictatorial, ya que trasluce un sentir, un cuerpo afectivo, que es propiamente el sentir del golpe, como corte de la lengua.



Pasolini en Saló como una de las tantas torturas producidas por los supuestos victimarios fascistas, está presente el corte de una lengua de una de las supuestas victimas. La tortura mayor es la de no dejar hablar, la de cortar la lengua, no para fundar otra, sino para que la lengua cortada, con esa marca, no pueda volver articularse sin tener que trabarse con ella misma recordando el corte (el golpe)…



La verdad del golpe de estado no es sino póstumamente: hoy es. Bing bang de la globalización, y a saber, del mercado, de la transculturación, de la “democracia”, de la muerte de las ideologías, y la activación de la representación como movimiento de lo inaparente, de lo muerto-vivo desplegándose. Existe esta secuencia: Unidad Popular-Golpe-Dictadura-Transición, como un pliegue, como mónada del tiempo-ahora: Lagos heredero de Allende; Bachelet heredera de Pinochet; Allende como consumación de la vanguardia, de la épica, en tanto es parte de aquella instalación llamada la Moneda en llamas, muestra de lo irrepresentable, de lo fuera de marco, de lo in-testimonial, de la lengua cortada un once de septiembre.



[1] Ver Sergio Rojas, La visualidad de lo fatal: historia e imagen, en Pensar en/la Postdictadura, Cuarto Propio, ed. Nelly Richard y Alberto Moreiras, 2001.

[2] Ver Willy Thayer, El golpe como consumación de la vanguardia, en El Fragmento Repetido: escritos en estado de excepción, pág. 20-21, Metales Pesados, 2007.

[3] Y así esta nueva lengua se puede extrapolar a cualquier discurso, pragmática, política que se quiera “hacer”.

[4] Diálogos de exiliados (1974) fue la primera película realizada por Raúl Ruiz en su exilio en Francia, marca a su vez también la última película que realizaría con Chile como tema protagónico, para luego de ella, entrar a trabajar en el marco cultural francés, sin que eso sea sinónimo de un “afrancesamiento” por parte de él. Para muchos, con esta película, Ruiz pone termino a su militancia, a su compromiso de elaboración de un cine propiamente chileno que años atrás se había propuesto hacer; para otros también es no sólo su alejamiento partidista sino que con el mismo país, para volverse un Director críptico, distante, lejano, sin ningún tipo de cercanía con el público chileno. Precisamente todas estas apreciaciones nos sirven para decir que el golpe de estado no fue sólo un accidente que ocurrió en la historia de Chile, sino un golpe totalmente afectivo que intervino, por ejemplo, en el Cine de un autor como Raúl Ruiz.




06-04-08

Apuntes: "Mal de Archivo"

La pulsión de muerte nunca deja un "archivo". Destruye todo, no deja nada propio. "Trabaja para destruir el archivo: con la condición de borrar, más también con el fin de borrar sus <propias> huellas - que, por tanto, no pueden ser propiamente llamadas <propias>."

Pulsión de muerte: empuja al olvido, anámnesis como erradicación del archivo. La pulsión de muerte psicoanalítica es anarchivística y archivolítica. Así el archivo no tiene mucha relación con la memoria espontánea, es un aparato mnemotécnico. El archivo "tiene lugar en (el) desfallecimiento originario y estructural de dicha memoria." El archivo asimismo se produce en la pulsión de muerte, en esa "borradura radical" de lo que jamás se puede reducir a la memoria. El archivo no es la memoria.

Freud sostenía que la repetición, su afán compulsivo, tiene relación con la pulsión de muerte: "aquello mismo que permite y condiciona la archivación, nunca encontraremos nada más que lo que expone a la destrucción, y en verdad amenaza con la destrucción, introduciendo a priori el olvido y lo archivolitico en el corazón del monumento." El "mal" del archivo, su "mal" no es otro que la pulsión de muerte: constitución misma del monumento.


La circuncisión como la figuralidad del documento de un archivo. Instauración del Museo freudiano. Freud como el Patriarca, el Padre,- y como buen heredero - un Rabino: "Lo que el Padre da a su hijo es a la vez una escritura y su soporte. El soporte en cierto modo fue la Biblia misma, el ..."

El Museo Freud elabora propuestas para conservar y archivar todo lo digno de secreto, tipo confidencialidad, casi como un secreto de Estado. Estos se guardan, se modifican, para luego imprimirlos para su reproducción técnica. El inconciente es esa fábrica de producción que el Museo Freud conserva. Son datos, fechas, inscripciones.

El archivo no es asunto de una memoria viva, de una función humana, digamos. El archivo como decíamos tiene que ver con el desfallecimiento de todo aquello que llamamos anámnesis, y tiene relación con cierta experiencia de la técnica. ¿El block mágico seria la representación del aparato psíquico? O más bien, ¿el aparato psíquico estaría afectado por los máquinas técnicas y funcionaría como una perfecta máquina de registro, corte y confección? El block mágico retiene las impresiones y conserva ciertas imágenes, las representaciones de las cosas. Las almacena funcionando como el inconciente.




*Todas las cursivas son del texto Mal de Archivo de Jacques Derrida.



09-03-08

Corazones y la configuración de una micro-política del deseo



Como otra piel
como otro sabor
como otros abrazos
otro olor
no habrá otros latidos
no habrá otros orgasmos
no habrá otras promesas
ni otro calor


Recuerdo la navidad del año 90 haber recibido de regalo el disco Corazones de Los Prisioneros. Yo por ese entonces no pasaba de los 7 años, pero Los Prisioneros eran un fenómeno muy masivo que llegaba a los jóvenes, adultos y a los más chicos, claro que por la época no existían cosas como Six Pack o Amango. Escuchando el disco no sé en realidad cómo podía escucharlo a esos 7 años, si apenas entendía la mitad de las palabras que oía y mucho menos entender las frases e imágenes que cantaba Jorge González, pero en fin, a mi me gustaban. Mi relación con este disco como se ve es bien larga, quizás es el disco que más he escuchado, pasando a ser parte fundamental de mi mismo. Es que creo que me formé con Los Prisioneros y particularmente con este disco.

El cassete de Corazones se perdió en cambios de casa o borraduras de cinta. Sin embargo mi relación con Los Prisioneros siempre estuvo presente, independiente de mis variados gustos musicales y el disco Corazones siempre fue el disco de esos 4 clásicos que más complicaciones en cuanto a lo estilístico me traían. Pero precisamente esa rareza del disco era lo que siempre me cautivó, cómo Los Prisioneros después de 3 discos de furia social y política al Chile de los 80 podían editar un disco que en apariencia fuera tan inofensivo, que casi todos sus temas hablaran de amor sin ni siquiera una guitarra que trajera algo de rock, y más encima más que un disco de la banda pareciera un disco solista de Jorge González. Todo esto me hacía de Corazones un disco demasiado interesante siempre de escuchar pero que siempre me cautivaba con sus tremendas canciones, porque eso es lo innegable, Corazones es un álbum de extremadas buenas canciones.

El momento histórico en el cual sale editado no puede ser más importante: es el año 90, cambio de mando en Chile, se acaba la Dictadura y asume Patricio Aylwin otrora pro-golpista que ahora se viste de señor democrático para pactar junto a la derecha económica y política un Chile listo para ser desarrollado. Mientras todo eso pasaba el guitarrista de Los Prisioneros Claudio Narea se aleja de la banda por motivos que no pasaremos a detallar ahora, y Los Prisioneros se transforman en dúo, quedan González y Tapia. Ambos con el presupuesto que ya podían tener Los Prisioneros luego de años exitosos en gran parte de Latinoamérica, más la bonanza que existía en Chile por ese tiempo, se dan el lujo de ir a Los Ángeles California a grabarlo con la producción de Gustavo Santaolalla, que por la época no ganaba gramys ni nada de eso, pero ya se perfilaba como el futuro gurú en cuanto a las producciones del rock latino. Corazones es quizás el primer disco de rock en Chile que gozó de una producción 100% profesional y poseía un sonido que no tenía nada que envidiarle al anglosajón. Todos estos pormenores más que ayudar a su éxito ayudaron a las suspicacias de un público que esperaba El Baile De Los Que Sobran Pt. 2 o una versión recargada de La Voz De Los 80, como La Voz De Los 90. El público chileno siempre algo conservador no entendió mucho que buscaban Los Prisioneros con este nuevo estilo y sonido, en donde parecían más cercanos a Depeche Mode que a los The Clash y que más encima no tenía ninguna letra – en apariencia – política.

Jorge González ya en ese momento daba muestras de ser un músico caprichoso, que no componía para el público ni para un mercado establecido, sino que simplemente se dejaba llevar por su propio deseo. Corazones marca el comienzo de una relación amor/odio del vocalista con el público chileno que lo subió al podio de ídolo generacional en los 80, para luego acusarlo de traidor. A González acá nunca se le ha entendido muy bien, pero sería demasiado amplio tratar de revisar la carrera que hizo luego de Corazones y rastrear cómo en Chile más que generar un respeto su obra se le trató – y se le sigue tratando - con el más profundo desprecio.

Corazones ya después de 18 años parece un álbum clave para entender todo aquel proceso que se llamó Transición a la democracia, es una testificación histórica de un momento crucial en la Historia reciente de Chile y más encima una obra de altísima calidad a nivel musical. Es que más allá de cualquier cosa que digamos acá, Corazones es un álbum excelente, me atrevería a decir que puede ser el mejor disco de rock grabado por chilenos. Son nueve canciones con demasiada personalidad, es un disco con una producción notable, con letras que rozan la perfección en cuanto a imágenes y lecturas múltiples que se puedan hacer, aparte de ser un disco en suma, demasiado inteligente. Corazones es un disco de rock pero también es una cartografía al deseo.



Un escape a la modernización: viajar en tren


Corazones comienza con un viaje. Una especie de huída, una emigración de la ciudad, de la modernidad, y planear un escape humilde, muy pobre: “y no me digas pobre, por ir viajando así, no ves que estoy contento, no ves que estoy feliz.” El viaje en tren como algo anacrónico; el sur como la parte de Chile más fuera de aquello que se llama modernidad. Algo anacrónico para una década como los noventa en Chile esforzándose en llegar a una modernidad tardía a costa de cualquier cosa. Son los años del llamado progreso social, del crecer a un 7%, del libre acceso a las tarjetas de crédito, de los jaguares de Latinoamérica, etc, etc. Pero Corazones de una forma previsora o quizás muy inteligente, desde su primer tema plantea toda una cuestión contraria: estamos en la época de la desazón, de la melancolía, de la tristeza. La catástrofe dictatorial es un golpe para las emociones y esto se ve reflejado en todos los momentos del álbum, es decir, cómo a un nivel micro-social, el país quedó sumido en una abulia, en una neurosis total. De esta forma la emocionalidad que trasluce Tren Al Sur como tema que abre el disco es una melancolía de escape, de una huída, muy parecida a la borrachera. Corazones es el disco del descarriado, de aquella persona pasional, guiado por bajos deseos: la borrachera de Tren Al Sur como única vía de escape:



Dos y media en la mañana
El olor se mete en la ventana
Son flores y mil animales, que me dicen:
Bienvenido al sur

Yo recuerdo a mi papito
Y no me importa estar solito
Porque me llevan a las tierras
Donde al fin podré de nuevo

Respirar adentro y hondo
Alegrías del corazón



Existe un ansia de respiro, de encontrar un espacio de alegría, y Corazones no hace sino buscar ese espacio en todas sus canciones y a la vez denunciar y protestar en contra de aquello que no te deja sentir ni respirar adentro y hondo. Noche En La Ciudad explica el por qué es menester esa huída, por qué en la ciudad no hay espacio para el borracho ni el descarriado. Noche En La Ciudad es el mapa perfecto para un Chile supuestamente post-dictatorial: el orden-moral que circula por todo el tema no es sino un lema militar, queriendo decir que el Chile de los noventa no es sino la continuación de la Dictadura. Chile se ha convertido en un país excluyente que tiene una fe en el progreso de la sociedad basado en una racionalidad moral de la misma vida:

Es una noche ideal en la ciudad
la gente reza en sus mesas con gran piedad
todas las cosas que se hacen son por amor
y solo esposos y esposas bajo el signo del señor
control remoto y el sillón la tranquilidad
al final de la jornada que comodidad
sin elementos negativos salvajes y tal
que nos alteren el programa que elegimos usar
todos vecinos todos sanos
todos comiendo cosas ricas
sin decisiones de esas gentes que no aportan a la vida
y sin moteles sin borrachos sin ociosidad
sin la mentira ni el engaño ni la falsedad
y a las doce todos deben reposar
para mañana en la mañana madrugar
es una noche ideal de la ciudad
como si fuera una tarjeta de navidad
es tan justa la gente tan de su hogar
que no puedo aguantar las ganas de vomitar



La trama de la cotidianidad: ¿compremos chocolates?


Jorge González en este disco se enfoca en temáticas totalmente micro políticas. Bueno sería recordar que en la gira de presentación del disco Corazones el escenario montado era una especie de loft moderno, en donde Los Prisioneros cantaban íntegramente el disco Corazones. Todo esto nos hace pensar en un disco que habla sobre la trama de la cotidianidad, temas como Amiga Mía y Cuéntame Una Historia Original lo demuestran a la perfección. La última es quizás uno de las mejores canciones compuestas por González, más que nada por su inteligencia en la composición. Cuéntame Una Historia Original es un tema inofensivo en apariencia, con arreglos de tema pop casi para el adulto joven, pero que sin embargo tiene un letra que define toda la intención política de este disco Corazones. Esta intención es rastrear el momento social a través de acciones y sujetos a un nivel totalmente molecular. La canción sucede entre dos, en que una de las partes cuenta lo que llamaríamos sus "dramas" - podríamos hablar de un gesto totalmente moderno, aquel de contar tus problemas a alguien - en San Miguel que es por donde caminan:

Todos los papás son la víctima
Todas las mamás son explotadas
Todos los hermanos viven infelices en todas estas casas
Diez portazos por minuto
En las manzanas que nos rodean
Mientras caminamos por San Miguel

Y puede quizás que todo el mundo diga que vive sufriendo cómo nadie más... ¿pero podrá haber algo de original en todo eso?, ¿será posible relatar otro tipo de experiencia?, ¿después de la catástrofe, podremos contar algo original, algo distinto, algo que no huela a catástrofe? González no hace sino decirnos que luego del Golpe de Estado, es imposible salir del trauma, de la ruina total, que el campo social quedó infectado... “Mejor… ¿compremos chocolates?” Es decir, mejor tengamos un agenciamiento-chocolate, relacionémonos de otra manera, busquemos cierto espacio de convivencia, porque todo el mundo dice que vive sufriendo como nadie más. Este espacio social de convivencia si en Cuéntame Una Historia Original es el comprar-chocolates, en Amiga Mía es quizás la relación de pareja de forma íntegra:

Al oler la mañana una frase ingeniosa
los minutos son oro como arena en la sábana
y tomar esa casa y comer en la cama un café con helado
te he mojado tu espalda.
Yo me pongo contento ya no nos levantamos
y te aprieto a mi pecho con toda mi alma,
moriría mañana, moriría pegado,
completamente drogado.

Sin embargo, al igual que en todo el disco, es imposible separar la emocionalidad, todo aquello que se supone no infectado por lo político, de todo un campo de control social. Amiga Mía es la trama de la cotidianidad de una pareja envuelta en la red social, en una rutina impuesta por un exterior. Está latente en todo el tema (y no se dice explícitamente eso es lo más notable) que hay un afuera que les llama para cierta acción que desarmaría ese momento en la cama, en una mañana, en un instante que ambos quieren eternizar. Sin embargo se eterniza en Éxtasis, completamente drogado, en un estado de sopor amoroso, en el éxtasis de los cuerpos amantes.



La neurosis colectiva de los 90: si vivimos de caprichos.


Como si fuera intencionalmente propuesto, el siguiente tema después de Amiga Mía llamado Con Suavidad es la imposibilidad de la unión de los cuerpos, del acto sexual postergado:

Toda la semana igual,
el trabajo, los estudios,
con tu espíritu dormido
esperando que yo
llegue de tan lejos

La vida de la ciudad moderna, el trabajo, las obligaciones, las presiones sociales, por todos lados reprimen la unión de los cuerpos, capturan al deseo codificándolo. A diferencia de los primeros discos de Los Prisioneros en donde el poder está focalizado, sea en la figura del Dictador, del Patrón, de los Ricos, de los Intelectuales, etc, etc. En Corazones el poder, el control político, está disperso, no tiene un foco, porque este está en todas partes. Y todos los temas de Corazones tienen esta intención: demostrar que a tu deseo no se le permite salir. Con Suavidad es específicamente grafico en la cuestión del acto sexual. Pero en temas como Estrechez De Corazón o Por Amarte, el control social de las pasiones deviene en neurosis, en una especial neurosis colectiva, es la imposibilidad de amar.

No vuelvas hablar así
no rebajes estas relaciones
si vivimos de cariño y besos
no me digas de odios y traiciones
¿cuántas cosas se dirán?
en la guerra del amor
las palabras son cuchillas
cuando las manejan
orgullos y pasiones
estas llorando y no haces nada
por comprender a nadie excepto a ti
oye, no voy a aguantar
tu no puedes demostrar
oye, no voy a aguantar

¡Estrechez de corazón!


En Estrechez De Corazón es en donde las influencias de la canción romántica están más latentes. Este tema perfectamente pudo haber sido compuesto para artistas como Salvatore Adamo o Los Ángeles Negros. Jorge González nos cuenta la historia de una pareja perdida por el orgullo de una de sus partes, del fracaso de una relación en donde los caprichos y los odios mutuos han fracturado todo intento de relación. Si por ejemplo en Con Suavidad hay un exterior que impide el acto sexual, en Estrechez De Corazón existe una neurosis que corta cualquier intento de relación de pareja. A su vez Por Amarte es la ruina que lleva el dejarse llevar por un amor, es el obseso enamorado, el cuerpo masoquista:

Es tan difícil, pensar con calma,
si estoy quemando, mi corazón.
Ser tu dueño es un decir, no eres de nadie.
Esclava de tus sueños y tus complejos.
Y me he perdido en las tormentas,
Transpirando, amor, sobre tu pecho.



En estos dos temas ya la posibilidad de una relación amorosa, la posibilidad de los amantes está totalmente perdida. Cualquier relación es imposible porque ya está infectada desde un comienzo por las líneas cortadas del deseo, es en donde el nivel micro-político en Corazones está de mejor manera desplegado y explicado. Los asuntos del amor, del deseo, son puro control político. Todo lo molecular, la fuerza de este, no puede salir, no puede hacerse efectiva. Lo extraordinario de Corazones es que en su segunda parte, tomando en cuenta estos temas más Noche En La Ciudad y Es Demasiado Triste, plantean en exceso ese sentimiento de desazón, de represión, de tristeza, y todo a partir de canciones de desamor. Y la chance de Jorge Gonzáles es interesante, porque su análisis social no parte desde la opresión visible, es decir desde el nivel macro político, totalmente molar. Y esta opción no es caprichosa, es simplemente porque el campo social del Chile de ese momento y el que vendrá adquiere totalmente otro cariz.


La estrategia micro política: es demasiado triste la alegría


Jorge González en muchas entrevistas ha dicho que en Corazones sus preocupaciones parten más de una experiencia marginal. Pero no sólo del marginado social sino del lado del homosexual, del drogadicto, del desdichado, del descarriado, y de la mujer como es evidente en Corazones Rojos. Si hay un tema que define lo micro político de forma más explicita, ese es Corazones Rojos. Quizás es en donde más González es el Prisionero de los 80, sin embargo, lo es desde todo un ángulo de resistencia minoritaria. Corazones Rojos es una burla al machismo de la sociedad chilena, un análisis micro-social espectacular, pero todo es planteado desde la mirada molar del Hombre:

De tu amor de niña sacaré ventaja,
De tu amor de adulta me reiré.
Con tu amor de madre dormiré una siesta,
Y a tu amor de esposa le mentiré.

Nosotros inventamos, nosotros compramos,
Ganamos batallas y también marchamos
Tú lloras de nada y te quejas de todo
para cuando a veces nos emborrachamos




Nunca hubo en Jorge González una condescendencia con los cambios políticos originados en Chile después del plebiscito como muchas veces se ha tratado de decir. Sobre todo cierto sector más cercano a la izquierda chilena en cuanto a gustos musicales nunca entendió el disco Corazones, sólo lo veían como un disco que insertó a Los Prisioneros en el mercado concertacionista. Sin embargo creemos ver que Corazones es un disco que se antepone totalmente al momento histórico donde fue concebido. La estrategia es totalmente otra a la de los ochenta, simplemente porque la cara de Chile ha cambiado y ya no es posible atacarla con las mismas armas. Si por el año 1990 la frase/slogan del “Chile… la alegría ya viene!” pintaba de colores un Chile sumido en la oscuridad por 17 años, Los Prisioneros le contestaban en el tema que cierra el disco Corazones, Es Demasiado Triste:

Hoy me voy a tomar
un taxi a quien sabe donde
así poder olvidar
lo único inolvidable.
Es demasiado triste, es que es demasiado
Es demasiado triste

No puedes escapar
estas presa y esa ventana
y toda esta ciudad
hoy tiene el color de tus ojos
es demasiado triste, es demasiado
es demasiado triste, es demasiado

Si “la alegría ya viene” rebosaba de optimismo para el plebiscito del 88 y si esta canción se llevó a cabo por el primer gobierno de la concertación de Aylwin, Jorge Gonzáles ¿por qué postulaba lo contrario?, ¿por qué Es Demasiado Triste cierra el disco de Los Prisioneros con una tristeza tan profunda, con una depresión casi endógena? Es como si toda la experiencia transmitida en estos 9 temas del disco Corazones sólo eran para argumentar que Chile en los años noventa no alcanzará ninguna alegría, que el progreso de un país, aquella fe ciega en el progreso siempre está cimentada sobre pura ruina, y que esa ruina es el campo social infectado por pura tristeza. La letra es sobre el mismo tópico al igual como ocurre en todo el disco Corazones, ocupar el desamor como alegoría de un desamor más profundo que la fractura de una relación sentimental. Es un desamor totalmente inmanente:

Niña voy a escapar
me iré hasta quien sabe donde
si existe algún lugar
que no tenga el color de tus ojos
es demasiado triste, es demasiado
es demasiado triste, es demasiado



Es demasiado particular e interesante de constatar que en momentos en qué Patricio Aylwin asumía la presidencia de Chile y Pinochet luego de 17 años de Dictadura dejaba el poder – en apariencia –, Jorge González otrora líder de una voz generacional de los 80, un opositor ferviente de la Dictadura y también parte de la campaña del NO en el plebiscito del 88, estuviese cantando un tema como Es Demasiado Triste. ¿Qué relación podría tener? Por un lado, es la testificación histórica de una voz, de un compositor de rock que en la década de los 80 encarnó todo un momento colectivo y como tal toda su obra, toda su creación no puede sino pensarse desde ahí – en realidad no hay autor individual, sino que siempre la expresión de este será colectiva. Corazones es la testificación de Jorge González claro esta, pero también de gran parte de las sensaciones que pululaban aquellos primeros meses de “alegría” democrática. Es la sensibilidad de quizás toda esa década llamada los 90 o también la sensibilidad molecular de aquello que se llamo Transición.

25-02-08

Festival de Viña del Mar: la representación del espectáculo chileno

El Festival de Viña de Mar cada nueva versión parece una extensa cadena nacional, sobre todo desde que TVN y Canal 13 transmiten y dirigen juntos este espectáculo. La Quinta Vergara se traslada a cada hogar de este estrecho y largo país y el Festival adquiere resonancias de paralización total en Chile, una especie de cadena nacional que dura poco más de una semana. Si bien siempre el Festival de Viña ha tenido un espacio ineludible en cada época estival en Chile, desde hace un par de años Chile se paraliza y pareciera que el Estado de Sitio que “el espectáculo” se toma es la regla.



1. Lejos está el origen casi folklórico que tenía el Festival de Viña del Mar en sus inicios por allá por 1959. Ciertamente más cercano nos parece la “espectacularización” hecha en Dictadura de este evento. Históricos pues son los momentos en que un civil Pinochet saludaba a la platea y la galería en su llegada a la Quinta Vergara en 1975 recibiendo una tremenda ovación, el cual evidentemente servía como verdadera “limpia imagen” de los años de la DINA y su política de terrorismo de Estado. Como se sabe el Festival de Viña del Mar tuvo sus años más gloriosos en esta época precisamente, para luego vivir en los años 80 sus momentos más “importantes”. Siempre ha sido un lugar común decir que en el Festival de Viña del Mar se podrían sintetizar los últimos 40 o 30 años de la Historia de Chile. Y claro que de cierta forma así es, porque clásicos son los momentos como cuando el Puma Rodríguez dijo: “es bueno escuchar a veces la voz del pueblo” por ahí por el año 81/82 en una de las más grandes crisis económicas vividas por el país y que extrañamente coinciden con los “mejores” momentos de este festival. También significantes pueden ser aquellos Festivales de los años 90/91 en donde tocaron por primera vez Los Prisioneros, o artistas como Mercedes Soza y hasta Faith No More! Claramente en momentos de supuesta apertura democrática.


* Al principio mencionaba aquel histórico momento cuando Pinochet es ovacionado en la Quinta Vergara. Este archivo demuestra a la perfección el ensamble total entre espectáculo y política que queremos señalar en todo este artículo. Pinochet es recibido por un baile pascuense digno de las increíbles mentes que pensaban la cultura en esos años de Dictadura – que ojo no son tan distintos a las ridículas aperturas de cada noche de festival actual que creen ser “artísticas” – para luego un supuesto locutor o lo que sea lo presenta como El Presidente de Chile para todo el país. El momento no puede ser más significativo, marca todo lo que significa el Festival de Viña del Mar.





2. Si bien es cierto que el Festival de Viña del Mar ha retratado la historia de este siniestro país, no menos cierto es el papel clave que ha tomado como un espectáculo para nada inocente que ha influido y determinado ciertos momentos histórico-políticos de Chile. La actualidad de este lo demuestra, en donde ha renacido su espíritu más espectacular en un momento en donde Chile es el país más espectacular de Latinoamérica. Digo un renacimiento en tanto este Festival de Viña – el actual – posee un rasgo que lo conecta con lo más sórdido del Festival de los años 80. Diríamos también que el Chile actual no es otra cosa que una versión recargada del Chile de los 80: un país aletargado, con crisis sociales, movilizaciones sociales aplastadas por el aparato mediático, y un mismo aparato mediático que espectaculariza absolutamente todo. Chile se ha convertido día a día en un país que se parece más a Miami que a La Paz, un país que es un zapping televisivo infectado por puros Entertaiment Televisión. Chile es un pequeño Miami, un país de fantasía, en donde la banalidad, lo superficial, lo cambiario, operan sobre la ruina de las injusticias sociales, los altos niveles de desempleo, la inflación creciente y la (in)movilización social. Al parecer el año 2008 está más cerca del año 1982 que del anhelado bicentenario.


* El cierre del festival de Viña del Mar del 81 se montó un espectáculo con las mayores estrellas de dicho evento. Entre otros estaban Julio Iglesias, el Puma Rodríguez y Miguel Bosé. Era el cierre del quizás más emblemático festival, el que registró más ganancias y que pudo tener a artistas como KC And The Sunshine Band por ejemplo. Chile se mostraba al mundo como un país sin problemas, con una nueva constitución, elegida de forma “democrática” y más encima con un sistema económico en bonanza, dándose el gusto de ser uno de los primeros países en crear un sistema de pensiones totalmente modernos. Aparte es el tiempo de la llegada de las tarjetas de créditos y de la histórica frase de que todo chileno en un futuro tendrá un auto y un televisor. Chile era un país casi del primer mundo a costa de una precarización social radical, y con una represión constante en los sectores periféricos de Santiago:




3. Luego de la “llegada de la democracia” el Festival de Viña del Mar perdió un poco su función de espectacularización de un presente, en tanto los nuevos gobernantes estaban enfocados en reparar un poco el país y de tratar de mostrar cierta diferencia con los 17 años de Dictadura. El Festival de Viña del Mar de esta forma pasó a ser transmitido por la joven estación televisiva Megavisión. Como en Chile muchos sabemos este canal creado en los años noventa no era otra (y no es otra cosa) que la proyección televisiva de los años dictatoriales con figuras como Julio López Blanco, el cura Hasbún, Cristián Sánchez, por nombrar personajes televisivos de esos años, pero también con la resurrección de personajes totalmente vinculados a la figura de Pinochet como Patricia Maldonado. Que decir de la creación de programas televisivos como Mekano y Morandé con Compañía que fueron éxitos totales a principios de esta década, con personajes que parecieron sacados de las sórdidas fiestas en épocas de la CNI como Kike Morandé y José Miguel Viñuela. Todo este repatriamiento comenzó por ahí a mediados de los noventa con la adjudicación de la estación televisiva de Ricardo Claro (uno de los más acaudalados empresarios del país y un oscuro personaje que opera políticamente en las sombras) del Festival de Viña, con Vodanovic (aquel que pidió ovación para Pinochet el 76) como animador. Sin embargo durante estos años de Festival de Viña en la estación de derecha vivió una especie de decadencia, el país claramente estaba en otros procesos y no alcanzó la dimensión de otros años, y muchos predecían un futuro Chile sin Festival.

* El Festival de Viña del Mar siempre ha tenido de cierta forma sus puntos de fuga sobre todo con la presentaciones de los artistas de rock, sobre todo de las bandas chilenas que se han presentado. Como Los Jaivas en el año 83, o la de Los Prisioneros el año 91. Histórica también es la presentación de Los Tres en el Festival del año 96, en donde ellos se presentaban en su mejor momento creativo luego de su Unplugged grabado en MTV. Los Tres salieron al escenario vestidos de inofensivos escolares, demostrando que ellos mismos fueron educados viendo el Festival de Viña y que se les permitía montar su espectáculo de identidades perdidas y restos que la cultura de los últimos 20 años había menospreciado:




4. Pero Chile tenía festival!, como dice la frase. Pues esta década que va en curso vivió el auge total del mercado espectacular, sería apropiado el estudio de esta década sólo a partir de la influencia de los medios de comunicación masivos. Como por ejemplo el paso de un diario como las Ultimas Noticias de total influencia en la clase media chilena a un diario eminentemente espectacular. Si Chile firmaba tratados de libre comercio con Estados Unidos, eso no acaparaba la primera plana del diario, sino los romances de Iván Zamorano con Kenita Larraín o una Marlén Olivari con el topless hecho la noche anterior en Morandé con Compañía. Chile esta década ha vivido en una total representación del espectáculo criollo. La televisión cumple el papel sólo de hablar de sí misma y pareciera que el acontecer del país, los hechos sociales, políticos o económicos son aplastados por el mercado de la “entretención”. Todo este espectáculo del espectáculo ha sido ideal para el resurgimiento del Festival de Viña del Mar como analgésico social.

* La elección de la Reina del Festival se ha convertido en algo quizás más importante que el show mismo del Festival. Es el momento en que la representación del mismo espectáculo se despliega. Momento en que la Reina se lanza a la piscina para vivir lo más cumbre de la cita veraniega. La elección de Pampita como reina del festival el año 2004 es ejemplificador:




5. Si cualquier persona pisara por primera vez suelo chileno esta semana y quisiera como primera cosa prender la televisión e informarse de lo qué sucede en este lejano país, la sensación sería bastante extraña. Si esta persona quisiera ver los noticiarios centrales de cualquier estación televisiva se hubiese dado cuenta que más de la mitad del noticiario habla del magno evento del año, de las mejores “colitas” del Festival”, del vestido de la animadora, de sí se puso o no se puso peluca, de que el Festival termina muy tarde, etc, etc. Quizás en los últimos 15 minutos del noticiero se cuente que se firmó un decreto ley que permite la detención por sospecha en toda la región de la Araucanía o que el Comandante en Jefe del ejército aprobó el envío de tropas a la Araucanía, o que quizás también la Presidenta Bachelet se reunió con un conglomerado de empresarios para pactar no sé que cosa que estimula la “libre competencia” a raja tabla... todo eso, pasa a un total segundo plano. Porque las noticias de los dos canales más grandes del país, deben pasar rápido, entregar rápida la información, porque el espectáculo se toma definitivamente el país, haciendo en una semana una representación de lo que ocurre durante todo el año. Esto es claro al ver la programación de casi todos los canales abiertos de la televisión chilena que modifican toda su parrilla programática en aras del Festival. Los programas de farándula (espectáculo) van en dos ediciones al día!, los matinales en sus 5 o 6 horas de programación no hablan sino del Festival, y más encima, todos estos programas se transmiten el fin de semana! Ante tal panorama uno se pregunta que revuelta social, que movilización, que “hecho” social puede ante tamaño despliegue espectacular. También uno se pregunta que otro país de Latinoamérica se puede dar semejante lujo. Y evidentemente la persona aquella que pisó suelo chileno por primera vez se encontrara con un país de fantasía, con un país que se aleja en una total representación, en puro espectáculo. Al parecer el Estado de excepción espectacular que vivimos, es la regla.

* Semanas antes del inicio del Festival de este año, en el programa televisivo que marca la pauta noticiosa en Chile – SQP – se discutió enérgicamente quién debía ser la candidata para ser Reina del Festival. Una de las mayores figuras televisivas Luli Love luchaba férreamente por ser la candidata. En esta secuencia se demuestra lo que por 2 semanas en promedio de 2 horas por día se discute en la televisión chilena, es portada de periódicos y se habla en la calle:












17-02-08

Black Celebration



“Princess di is wearing a new dress”


Hay discos de los cuales uno se enamora perdidamente. Discos que son verdaderos bálsamos, de los cuales uno se enamora para luego enamorarte de la banda completa. Black Celebration es un disco de esos, de esos que es imposible escuchar una pura canción, es que son una obra redonda, funcionan como una unidad que es imposible escuchar por partes. Es un disco en que ninguna pieza está de más, cada nota, cada arreglo, hasta cada respiración es perfecta. Es tan así, que después de años escuchándolo, no aburre. Y hoy mismo luego de haber escuchado miles de veces esas canciones, y de ya haber escuchado la discografía de Depeche Mode hasta el cansancio, es el disco Depeche que considero mi favorito. Es un amor que no se puede dejar.


La celebración negra de este Black Celebration es un fetiche por lo oscuro, por lo pagano, por lo siniestro, es el comienzo. Comienzo del disco, pero a la vez también, el comienzo de Depeche Mode con su aproximación con lo dark como estética predominante, es el giro total de la banda hacia lo que quizás los caracterizaría siempre, pero también a su vez, el cliche Depeche Mode, en el cual se les encasilla hasta el día de hoy. Sin embargo hay una cosa, Depeche Mode es una banda oscura, pero como tantas de la época esto no era un “estilo” cool, de personas outsiders, de chicos darkies, totalmente a-políticos, como se le suele ver hoy en día. Sino que era un estilo de combate – totalmente político, que no sólo era Depeche Mode, sino que bandas como The Cure, New Order, Siouxsie And The Banshees y de cierta forma The Smiths - contra cierto momento histórico, de aquella época de festín pop llamada la década de los ochenta. Black Celebration es un disco oscuro en respuesta al color de una época que destilaba por todos lados banalidad y comida rápida: el color rojo y el amarillo del McDonald se le combatía con la celebración negra. En este disco hay un festejo, una tremenda fiesta, pero sin colores, sin alegría, alegría de nada, una pura marea oscura:


“Celebración Negra
Esta noche
Para celebrar el hecho
Que le vimos la espalda
A otro día negro
Te veo a ti
Como sigues adelante
Cuando toda la esperanza se fue
¿No puedes verlo?
Tus optimistas ojos
Se parecen al paraíso
Para alguien como yo”



El disco uno lo escucha sin darse cuenta que ocurre, y ocurren tantas cosas, como lo frenético de Fly On The Windscreen con sus candencias sexuales y provocativas. El romanticismo total de A Question Of Lust, en donde Martin Gore presta su voz sentida para declarar un amor incondicional. Es que Black Celebration puede pasar de la provocación y promiscuidad máxima a la fidelidad e incondicionalidad total. De hecho, los momentos en que canta Martin Gore (que en este disco son muchos) son los más tiernos, los más románticos quizás, ya que la voz de Dave Gahan es para lo contrario, en su voz se encarna lo más lujurioso y licencioso. De hecho esta contraposición se nota con creces en A Question Of Lust con A Question Of Time; la primera una cosa sentida, romántica, la segunda es una perversidad total, en donde Gahan es un pedófilo que anhela poseer a esa chica de 15 años tan guapa como la describe. Muestras de eso es también Stripped, que pese a su aura dócil, Gahan no quiere otra cosa que ver a la chica desnuda tras sendos versos que a cualquiera enamorarían. Es que Black Celebration es un disco envuelto en un puro halo de romanticismo.

World Full Of Nothing es clara en esto que estamos diciendo:

“Cerca desnudos
Piel sobre piel
Lagrimas están cayendo
Lagrimas de alegría
Su primer chico
Su primera chica
Hacen un cambio

En un mundo lleno de nada
Aunque no es amor
Significa algo

Ella es solitaria
Y él dice
Es solo por ella
Que el siente lujuria
Ella no confía en el
Nada es verdad
Pero el será suficiente

En un mundo lleno de nada
Aunque no es amor
Significa algo

Es fácil deslizarse
Y creer en todo”



Black Celebration tal como la letra de World Full Of Nothing dice tan claramente, es un aliciente para una sociedad de consumo en su máximo apogeo. Es un letargo, un(os) minuto(s) para que las formas se relajen, para dejar pasar la vorágine de la vida moderna. Es un llamado a una celebración como decíamos, pero muy especial, en donde lo único importante es la unión de los cuerpos… es una celebración para que el deseo fluya de múltiples maneras. Sin embargo no es necesario enunciar todo eso de forma explícita, haciendo una arenga, un manifiesto que diga: “nosotros tenemos esta buena nueva para ustedes oyentes”… No, para Depeche Mode en este disco es sólo la música, la ingeniería musical desplegada, las melodías envueltas en letras sencillas, frases que podrían ser dichas por cualquiera, sin ningún tipo de complejidad para unos pocos. Letras como las de Here Is The House rebosan de pura inocencia y ternura, es en donde las voces de Martin Gore y Dave Gahan se coagulan en una sola, para entregarnos unas sendas melodías más que memorables, y una sutileza en los versos sin igual:

“Y siento tu calidez
Y se siente como casa
Y hay alguien
Llamando en el teléfono
Quedémonos en casa
Hace frío afuera
Y tengo tanto
Para contarte

Con o sin palabras
Te confiaré todo”



Dressed In Black y New Dress cierran el disco de forma maravillosa. La primera una tonada de esas bien oscuras, un himno a la muerte, que quizás se conecta perfectamente con el tema que abre el disco. Sin embargo New Dress es el tema que le da esa redondez temática que hemos esbozado. A mi gusto una de las mejores letras de Martin Gore, en donde irónicamente nos da a entender cierto estado del presente con frases como “Esposo abusador asesina a su esposa, Víctima de explosión de bomba pelea por su vida, Una niña de 13 es atacada con un cuchillo”, y así puros “hechos” noticiosos de tipo sensacionalista. Todo esto rematado por una burlesca referencia a la social democracia y su sistema de participación política a través del voto:

“No puedes cambiar el mundo
Pero puedes cambiar los hechos
Y cuando cambies los hechos
Puedes cambiar los puntos de vista
Quizás puedas cambiar un voto
Y cuando puedas cambiar un voto
Quizás puedas cambiar el mundo”


La desazón es evidente. El llamado a esta Celebración Negra no era para otra cosa que buscar una vía política alternativa a tal estado de las cosas. Lo magnifico de esta canción es que quizás uno puede creer que Gore y compañía efectivamente creen en la democracia representativa, pero es evidente el tono burlesco al comenzar el estribillo diciendo que “La Princesa Di está vistiendo un nuevo vestido” y la Princesa Di no es otra que la figura real/espectacular de la Princesa Diana. De esta forma Black Celebration se cierra de forma tan sutil como comenzó… es que al final no es otra cosa que un buen disco de rock.



Para terminar considero que Black Celebration es el disco perfecto de Depeche Mode en tanto define a la banda. En cuanto a su producción es el mejor logrado, tiene unos arreglos minimalistas que ningún otro disco tendrá y un sonido envolvente que te hace pensar en la obra cumbre de estos cuatro genios. Depeche Mode acá se aleja del estricto synth-pop que habían desarrollado hasta la época, para consagrarse como una banda de canciones que está más allá de un estilo determinado. Depeche Mode en este disco ya se codea con lo más selecto de las bandas del rock inglés. Black Celebration no tiene nada que envidiarle a otra obra maestra del mismo año llamado The Queen Is Dead, o a discos clásicos de la canción inglesa, como Arthur de los Kinks, a Between The Buttons de los Rolling Stones, o hasta a un Revolver de los Beatles. Black Celebration tiene todo eso espectacular que tienen esos discos, pero hecho a la manera de los ochenta. Diría que hasta el día de hoy suena exquisito, producido, y único en su especie.


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28-01-08

The Star o el Cometa que grita...

“Soy muy puta, no trabajo para vos… no trabajo para vos, mantenida gracias a la propaganda…” (Babasónicos – Soy Rock)

“I'm the space invader, I'll be a rock 'n' rollin' bitch for you...” (David Bowie – Moonage Daydream)


1. La estrella de rock es Ziggy Stardust, es decir, alguien transfigurado, un cometa que grita, que canta “Saquéense caretas/ Cállense profetas/ Oigan un cometa gritar”; una estrella, que sería lo más irreal posible, una figura alejada sin ningún rastro de humanidad. Por el contrario, el Rock post Kurt Cobain, creó una figura del rockero, adosado, flasheado, pero por los medios oficiales: la pose del rockero/político que usufructúa de la posición del rock star, convirtiéndola en una especie de político de la cultura de masas. Bono hace campañas para los niños con sida en África, canta a favor de la ballena perdida en el Índico. Y a su vez Sting más que un músico de rock encarna la figura de una Lady Di que se pasea por el mundo dando muestras de bondad, una persona que se reúne con los presidentes de los respectivos países (cuando vino The Police hace unos días a Santiago, el Sting muy caballero se reunió con Michele Bachelet) como si una gira, un tour, fueran viajes diplomáticos. Para nada comparable – para no ir tan lejos - a las giras de Guns’n’Roses, cuando por cada país que pasaban se notaba su presencia (en Chile se agarraron a combos con los periodistas; en Argentina se pasearon borrachos y desnudos por el hotel; unos callejeros que saboteaban la posición de figuras mundiales del espectáculo en vez de llegar a las prácticas de los dos personajes mencionados). De esta forma, las posiciones de un Sting o un Bono (por nombrar a dos) produce que el rock sea capturado por un mecanismo que regula la rebeldía, dotándola de un espacio de discernimiento y deliberación: ¿el rock es peligroso?, pues hagámoslo pasar a la asamblea democrática contemporánea. El rock así habla de política, es político, pero genera una política oficial, entra dentro del mercado de los consensos. Bono reuniéndose con Bush o con el Papa para dar otros ejemplos


2. Si pensamos en músicos de variadas épocas como Roxy Music, como Martin Gore en la primera época de Depeche Mode, David Bowie en los años de Ziggy Stardust o Diamond Dogs, hasta ejemplos cercanos como el Cerati de los 80, son tipos que estaban imbuidos por un personaje de ciencia ficción, imbuidos en un super-héroe, que con su traje, su disfraz, pelea en micro-espacios de conflictos (los buenos superhéroes son aquellos que pelean, mueren y sufren por conflictos que uno nunca vivió), es decir, crean un personaje que es el rock star y ese personaje es la fantasía misma del rock.. El rock star no puede volver atrás, no puede volver a ser una persona digamos normal, no irá a lavar platos a un café, o ser oficinista en cualquier empresa. No pueden volver atrás por la misma fantasía que ha creado y también porque se pintó el pelo verde, consume drogas como desenfrenado, vive de noche, y porque simplemente es un insubordinado. Pues se podría decir que igual comen, duermen y cagan como toda persona normal, pero nadie se entera de eso ya que ellos tratan de que uno no se entere, porque mantienen una distancia entre el público y el mismo artista: “siempre tuvimos esa tendencia, de tener una distancia, porque esa distancia te impone una forma de mirada, una mirada del público, de algo que no puede alcanzar… Entonces está el músico, en cierta línea, y eso no se discute, es así. Y todo eso no es para compartir. La locura del rock, de que un grupo, un manojo de locos que no les importa nada - les importa todo un carajo-, no van a venir a decirle al público: sí, gracias por todo, los queremos, son muy lindos. Nada de eso, ni un carajo. Música, sólo música, y eso es actitud.”, dice Adrián Dargelos vocalista de Babasónicos. Actitud del rock, es decir la música como una pura performance. Sin embargo no podríamos decir que eso es quitar lo político al rock, al sacar el mensaje o la relación con un público, con un afuera. Ya que es justamente lo contrario, el rock como puro performance es lo que hace que este sea totalmente político. Eso es rock, y pues que no cualquiera con una guitarra en la mano y quizás con una buena canción es sinónimo de rock como actitud política de subversión y trasgresión. Sting o Bono, son tipos que se muestran muy "humanos" en sus actitudes, tratan de ser cercanos, agradables, pero eso traiciona lo que es el rock. La banda de rock no es condescendiente con el público, no quiere agradar, es como Led Zeppelín arriba del escenario, pura arrogancia, ni una pizca de demagogia, o como Freddie Mercury mostrando el culo al público, cantando We Will Rock You en son de mofa.





3. Volviendo a lo de Bono y Sting, se podría pensar que ellos tienen una especie de incorrección política, en tanto Bono en cada show da unos minutos para refrendar contra la invasión a Irak, o en contra del calentamiento global. La pregunta es, ¿quién dice lo contrario? Si las grandes potencias del mundo se reúnen en cumbres a sacar comunicados que no difieren mucho del planteamiento de Bono. El rock mismo en su pura performance, sin ningún mensaje es incorrección política, ya que no hay discurso conciliador de fondo, simplemente con la pura música, sin ningún tipo de moral que te diga que bien o que mal marcha el mundo. En tiempos del disco Berlín, Lou Reed utilizaba la svástica en sus atuendos (cosa que después el punk hizo, por ejemplo Siouxsie la utilizaba), nadie entendía nada, ¿este tipo era fascista o qué?, se preguntaban. Lou Reed invertía los signos, en un disco en el cual trabajaba con el Berlín de la guerra fría, pero Lou Reed no salía a decirlo en sus conciertos. Bono y Sting hacen política, no está en discusión eso, pero hacen política como políticos, ocupando el rock o el ser estrella de rock con esa causa.




4. Sin embargo la fantasía del rock star proviene del mismo rock concebido y producido como puro espectáculo, es parte de la cultura de masas, está claramente en el mercado. Habría que pensar un poco en la muerte de la distinción entre alta cultura y baja cultura, cosas que con el invento de la fotografía y del cine particularmente, ayudaron a hacer de la cultura una cosa para todos, algo que ya no tiene un nivel de culto estético apto sólo para una elite. La música popular está dentro de todo eso. Ya que es reproducible: es el negocio de la música, grabas un disco, lo editas, y lo vendes, porque está dentro de la producción en serie. El rock es pura producción en serie, es un objeto de consumo, es entretención. No obstante esa es la frontera, es el arma de doble filo que el mercado genera. Si pensamos que el capitalismo funciona a través de la descodificación de los flujos, se reproduce a través de revoluciones para decirlo en otros términos. Por ejemplo en el siglo XIX emerge el Proletariado como fuerza política, genera movilizaciones, hace temblar al capitalismo a través de las huelgas, manifestaciones, etc. Pero qué hace el capitalismo: crea leyes laborales, hace funcionar al sistema de mejor forma. Existe el proletariado, hagámoslo clase social. Así la sociedad se basa en puras descodificaciones de flujos que luego se codifican, son siempre los dos procesos. Aparece un peinado nuevo, una forma nueva de llevar el cabello que no existía: bueno bien, ese es el peinado de la juventud, así como existe el de la abuela, el del oficinista, el del soldado. De esta forma la sociedad es un enorme cúmulo de codificaciones y el rock no está fuera de eso. Esto último se grafica magistralmente con la firma del contrato discográfico, los Sex Pistols firmando con la EMI, una tropa de delincuentes con un contrato con una multinacional.






5. El rock es un género que sobrepasa lo musical, que simboliza a la perfección la cultura de masas. En él se conjugan los procesos del capitalismo contemporáneo de mitad del siglo XX, de ahí que el estudio de este sea tan necesario. El rock no es sólo música, si bien es eso, tampoco es sólo entretención, si bien esto es lo más inherente a él. El rock ha conjugado en él la imagen, el espectáculo, como matriz de su funcionamiento. Pues incluye una imagen del que toca, incluye un arte de disco, incluye cierta visualidad en movimiento (video clips), incluye un discurso, y quizás lo más importante, incluye a quienes los escuchan. Dentro de todo eso, hay variadas lecturas: evidentemente Freddie Mercury no es la misma trasgresión que un Johnny Rotten, ni un Brian Ferry lo mismo que un Robert Plant. Lo único en común en todos esos ejemplos, es que la calidad musical, la revolución musical que muchos de ellos provocaron tiene que ver a la vez con todo un fenómeno de carácter cultural en sus más amplias formas. Cultural para no decir sólo social, en tanto nunca el rock ha sido un agente de cambio social como muchas veces se le suele llamar. Es que el rock es espectáculo, prescinde totalmente del público, del oyente, más que espectáculo podríamos decir que el rock star – como muy bien decíamos con la declaración de Dargelos – indiferencia y separa el público de la platea, porque el oyente, el público, es sólo fans de su propia fantasía, de su pura ilusión. Al final el rock star re-espectaculariza todo, más que sólo hacer del espectáculo su más pura forma. Es un espectáculo que trae cuotas de delirio, de cierta esquizofrenia. De una práctica casi ritualesca, de frenesís y libertad. A mucho pensarlo, estaríamos cerca de decir que la perfomance del rock star es un ritual de la sociedad capitalista, una pequeña abertura a un espacio que la racionalidad técnica dejó escapar. Largo sería desarrollar como todo esto del rock no es otra cosa que los residuos de una sub-cultura negra que intervino en cultura madre y que luego fue codificado por la industria... sin embargo siempre queda el desecho, cierto resto. Una especie de contra carga que no colabora con el mercado.


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Ziggy Stardust no era otra cosa que un extraterrestre que llegaba a la tierra a anunciar el fin del mundo. Es un alienado, a su vez, por ser extra-terrenal y también por estar subsumido por el aparato mediático-espectacular: Ziggy Stardust es producto de eso, el rock star no es otra cosa que eso. Es producto de las condiciones materiales, de los procesos de producción técnicos, no una abstracción, ni mucho menos una (nueva) creación metafísica para tomar el relevo de ciertas divinidades pasadas. Ziggy Stardust es la esquizofrenia de la sociedad capitalista, es la producción misma de un engranaje, de una máquina deseante delirante.




14-01-08

Gabo 2/09/69 - 12/01/08


“Con mucho dolor comunicamos que el sábado 12 de enero falleció Gabriel Manelli, víctima de una invasiva enfermedad contra la cual luchaba hace tiempo. Quienes tuvimos la suerte de conocerlo vamos a extrañarlo mucho. Lo recordaremos, seguro, como alguien distinto, que entre muchas cosas se preocupó por hacer del mundo un lugar con más arte”









Estas palabras están en http://www.babasonicos.com , quizás son algo frías, no hay más que eso, ya que como siempre se han encargado los Babasónicos, no muestran a sus fans nada cuando se trata de cosas extramusicales. Nunca dieron a conocer la enfermedad de Gabo de forma pública, creo que nunca presentaron a Carca como bajista invitado por la ausencia de Gabo. Sin embargo todos sabíamos que Gabo estaba enfermo, se rumoreaba que era grave, que podía morir, pero yo especialmente nunca lo dimensioné. Es que cómo imaginarse que ese monstruo de las cuatro cuerdas iba a morir, si lo creíamos inmortal, como una estrella, de esos cometas que gritan, que no se disfrazan ni de profetas, ni menos de careta, aludiendo al tema Luces. Era un groso, era un rock star.. los rock star no se mueren, o quizás sí, pero yo no vi morir a Lennon, no vi morir a Cobain -era re chico- y cuando Layne Staley murió Alice In Chains no tocaba... Moura murió en los ochenta, yo no pasaba el metro de estatura...

Recuerdo que la primera vez que vi a Gabo fue en el antiguo programa de MTV Gustock o algo por el estilo se llamaba, en donde Fabian Von Quintiero invitaba a músicos argentinos a cocinar un plato dedicado a la banda en cuestión y luego tocaban un tema de la misma banda. Cuando se le dedicó un plato a Babasónicos (esto fue el año 96) fue Adrián con Gabo, y ahí Gabo estuvo todo el programa mostrándose tal cual era: un tipo muy raro que no quería “colaborar” aunque el show televisivo decía que él tenía que ayudar a preparar el plato. Y Gabo re joven por ese entonces, argumentaba que la colaboración era para él una cosa espontánea, algo que no podía ser forzado. Esa actitud, me marcó.. era re pendejo.



Yo aún no puedo entender por qué se muere gente que no debe morirse, si el tipo estaba lleno de creatividad, es él el responsable de la música de Babasónicos, a mi gusto el mayor compositor musical de la banda. Tan o igual de importante que Adrián Dargelos. Gabo aparte era el mejor músico de los seis, era sólido en las cuatro cuerdas, recuerdo ese bajo machaquero de Montañas de agua y Malón, el bajo funk de Sheeba Baby, es que creo que no podré escuchar entero Trance Zomba sin pensar que el tipo que toca ese fabuloso bajo ya no está vivo. Trance Zomba es Gabo, él nos consiguió mil voces para meditar, meditar, y precisamente se fue poseído, hacia y desde un espacio vegetal trascendental



"Todos se van porque el tiempo los llama" Gabo, y tú a tu guarida sónica, de delirio, de desenfreno, de ese espacio de verdadera libertad del cual formaste parte, no volverás jamás... Pero toma el bajo, te lo pones casi en los pies, te paras en ese posición inerte, en trance, con la cara deformada, con ojos pentrantes y esquizofrénicos, que tienes que tocar Su Ciervo. Es que evidentemente Gabo no se fue al cielo, está en el Infierno tocando Su Ciervo, con aquel diablo que es adulador y perdona los errores… En aquella suite del Sheraton de Río, drogándose con el diablo, azotando esclavos y con chicas que vivan por orgías… Gabo no puede estar muerto, si la música de Babasónicos proveniente de su creación era pura vida., ¿por qué se murió?

Cansado de gritar

que nunca nada es suficiente

me tiro sobre el pasto

y miro como grita el frente

yo quiero que estés bien

aunque estés lejos y yo solo


Es cierto que la muerte es una extrañez, un extrañar, y siempre es un rememorar, en este caricias musicales, si pensamos a la música como una gran caricia, como una afección, una gran afección que te acaricia, que te estimula, que te hace actuar y vivir modificando tu cuerpo. Hoy recuerdo tus caricias, todos tus afectos sonoros… y el sol trae la paz y limpia todas las palabras, nos tiraremos todos sobre el Pasto a escuchar tu música, a fumarnos uno de esos porros que fumabas para crear, esos porros que son inevitables de no encender cuando uno escucha Pasto...

¿Quieres tentar el abismo y la muerte estafar Gabo? quizás le preguntaba Adrián en este último tiempo, de hecho una de las últimas presentaciones en vivo de la banda en los premios MTV tocaron El Colmo, quizás Gabo ya estaba re mal.. pero uno no se entera, es que el tipo era un rock star, y el rock star no se muere, no se enferma, no es un tipo normal.


Si es hoy,
y que tu reino me llama
Voy a dejar mi piel,
A tus parcas
Me encanta tu música
Que suena de arpas
Hazme saber,
Hazme saber
Cuando es hoy.




Es particular como tantas letras cobran ahora un sentido, es que cuando la muerte llega afecta todo, tapa todo.

Nos seguirá encantando tu música, que suena de arpas..




Tu auto dejo de funcionar Gabo??... se nos hace todo cuesta arriba, sobrevivir... ?

¿Quién me lava la mañana?


no fumarás de mis cenizas..


Claro que no, si son sólo supersticiones...



MAL VIAJE