01-03-07

añoranza


es que era entretenido sentarnos frente a la figura del fuego. quizás pueda parecer algo medio romántico, en el sentido de que esa figura suele ser algo premoderna. pero esto realmente era otra cosa. experimenté por 7 días lo que es estar en común, la experiencia de esa comunidad, de esa -más que nada- añoranza de una comunidad. muchos roces y conflictos, que como siempre anteceden a ese encuentro del "estar en común", es que lo anteceden, porque un conflicto siempre sucede cuando la comunidad se disuelve en un atomo (de por sí fascista)

el momento del fuego, de sentarnos a pendrer un cigarrillo de aquellos, o sino a tomarnos una sopita que calentaba los huesos, sentir la brisa del río, sentir el calor del tinto, o simplemente calentar nuestras manos en él, y en fin, conversar, reír y disfrutar de momentos, instantes que quizás son irrepetibles. porque lo de ahí no era tanto el lugar, no era tanto el estar de vacaciones, sino el experimentar la pérdida de la comunidad en su añoranza.

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